Por: J. Leonardo Jiménez R.
Médico veterinario
SAGEN SALUD & GENETICA ANIMAL
Recuerdo desde cuando sali de la universidad, haber escuchado a tirios y troyanos hablando de lo facil que es la reproducción canina. Solo es cuestion de juntar dos ejemplares y listo, ya esta, decian muchos; de hecho, muchas veces llegue a ser el “malo de la pelicula”, pues en mi calidad de criador, tuve que recurrir a machos para poder realizar montas en alguna que otra perra. “si el macho monto la perra, la perra quedo preñada” y “usted me robo la monta” eran argumentos que escuchaba de manera frecuente de parte de muchos propietarios; y en alguna que otra vez, tuve que sentarme a explicar que en biología, uno más uno no son necesariamente dos. Existen razas de razas, nadie podra desconocer la dificultad que existe en la reproducción de bulldogs, de razas gigantes, por mencionar algunos ejemplos, en comparación con la reproducción de otras razas como labradores, golden o pointers entre otros; aun cuando estas razas tambien enfrentan problemas reproductivos. De igual manera, conforme avanza la edad de la hembra canina, los problemas de infertilidad se hacen más evidentes.
Enfermedad ovárica y uterina
– Piometra e hiperplasia quística endometrial
– Celos anovulatórios,
– Quistes luteinicos y foliculares
– Cirugías previas, algunas de ellas mal efectuadas o de baja calidad, como las que hoy por hoy se hacen en casas y criaderos sin ofrecer condiciones de asepsia y antisepsia adecuados, que terminan produciendo diferentes grados de adherencias y con ello, infertilidad subsecuente.
– Infertilidad del macho usado en el servicio
Dentro del espectro de infertilidad canina, se deberá diferenciar de manera clara perras con malos manejos reproductivos de parte de criadores, propietarios e inclusive médicos veterinarios, cuyo desconocimiento en la matéria permitan intentos de acoples tempranos o tardios que terminen en hembras sin preñeces exitosas a pesar de ser hembras completamente normales.
Hacer reproducción en perras con ciclos regulares, y sin ninguna enfermedad de base, es en sí una tarea relativamente sencilla, pero que difícil es poder obtener camadas en perras de gran valor reproductivo cuando estas presentan enfermedades. Por desgracia, todo este cuadro suele complicarse un poco más, en la medida que los ejemplares comparten ciertas lineas de sangre que los hace muy consanguineos entre si, que hace que por cariotipos, exista un natural rechazo a la implantacion de los embriones; finalmente, para la biologia, lo que prima no es la igualdad, sino al contrario, el mestizaje, de ahi, que las hembras mestizas, sean tan fertiles, y que en éstas, las camadas no sean tan pequeñas, como algunas veces sucede con hembras de pedigree. Mientras que la determinación de infertilidad en el macho es muy sencilla, que se realiza por un espermograma, la infertilidad en la hembra canina representa todo un desafio para el médico veterinario dedicado a estas labores, aún más cuando las hembras pueden llegar a presentar un solo celo al año en algunos casos; lo que implica que solo se podria intentar realizar un servicio adecuado una vez por año. Por fortuna el conocimiento reproductivo del ciclo de la perra, permite el uso de inductores de ovulación, permitiendo realizar de alguna manera más intentos por la obtencion de camadas viables.
Por suerte, existe la posibilidad de mejorar las tasas de fertilidad , y aun inclusive, corregir infertilidades de acuerdo a las diferentes enfermedades padecidas, siempre y cuando se lleven a cabo rigurosos procesos de acompañamiento reproductivo por el profesional de su confianza, teniendo en cuenta sí, que éste posea experiencia en temas reproductivos.
La aproximación a la resolución de los problemas reproductivos inician con una adecuada recolección de datos que permitan la inclusión o exclusion de alguna de las causas anteriormente señaladas, para ello, el uso de exámenes paraclinícos, dentro de ellos laboratorios clínicos y/o ecografias cobran gran preponderancia; seguimientos foliculares y mediciones de progesterona estan a la orden del dia una vez inicie el celo de la perra. La revisión de la calidad espermática del macho a ser empleado, que preferentemente deberian de haberse efectuado con anticipación a la presentación del celo de la perra, no solo es aconsejable, sino obligatorio.
Cuando una hembra presenta infertilidad y se busca una preñez, bajo ninguna circunstancia se debera esperar a que el ciclo estral de la perra inicie, pues es pobable que no se puedan hacer las determinaciones y descartes de enfermedades subyacentes que impidan la obtención de preñez. Una vez iniciado el ciclo estral proestro – caracterizado por la inflamacion de la vulva, y el sangrado vulvar, debera realizarse el segumiento folicular para determinar el momento mas adecuado al servicio bien por monta natural o mediante inseminación.
Hoy por hoy, existen de manera comercial aparatos para la determinacion de la ovulación y si bien es cierto son utiles en perras sin problemas reproductivos, claramente carecen de valor en perras que puedan presentar patologías reproductivas o de base, las que deberan tener un manejo médico inclusive antes del inicio del ciclo estral conforme ha quedado establecido. Para perras con dificultades reproductivas, existen hoy por hoy manejo de inseminacion artificial en cualquiera de sus formas, bien con semen fresco, refrigerado o congelado, asi como induccion de celos, y demas tecnicas, todas ellas tendientes a la obtencion de camadas saludables.